¿ De qué irán las lecturas esta semana...?

domingo, 14 de octubre de 2012

| | |
   Con la semana que viene ya hacemos...
¡¡3 semanas de lecturas para empezar el día!!

Os las dejamos aquí para que sigáis disfrutando de este proyecto tan chulo.




Semana del 15 al 19 de  Octubre

LUNES

DOS LAPICEROS

    Un lápiz y un lapicero de color estaban discutiendo cuál de los dos era más importante. Para demostrar lo que sabía hacer, el lápiz dibujó una barca de remos, un velero, una balsa, una canoa y un transatlántico. El lapicero, que era de color azul, pintó el mar debajo de ellos.
Cuando los dos ya estaban cansados, sedientos y casi sin punta, el lapicero de color dijo:
- Querido lápiz, dibújame un vaso para que pueda pintar agua dentro.
Y el lápiz contestó:
- ¿Te importa si dibujo dos vasos?



MARTES


MUCHO ANTES DE…

   Mucho antes de todo, no existía nada.
Entonces, vino corriendo un perro, que estaba casi afónico de tanto ladrar.
La Nada tembló, porque, de repente, allí había algo.
El perro se quedó un rato allí jadeando antes de volver a tomar las de Villadiego, casi afónico de tanto ladrar.
Después, durante mucho tiempo, no volvió a suceder nada.
Más tarde surgió el universo, con todas sus estrellas.



MIÉRCOLES



LA PLAYA

   Es increíble lo grande que es el mar.
Los primeros hombres que poblaron la Tierra nunca iban solos a la playa, siempre preguntaban primero a los demás para ver si alguien les acompañaba. Luego, se cogían de la mano y se acercaban juntos a la orilla.
- Por lo menos tenemos que ir diez para poder ver el mar –decían-. Uno solo no lo consigue.



JUEVES



EL PRIMER IDIOMA

   El istérico fue el primer idioma que se habló en el mundo. Un idioma de solo dos palabras.
La primera era “M”, y la segunda, “Saskrüptloxptqwrstfgaksolömpääghrcks”. “M” era de género femenino, y significaba: ¿Qué es lo que pasa ahora?”; y “Saskrüptloxptqwrstfgaksolömpääghrcks” era de género masculino y significaba: “Nada”.
¿Por qué tenía sólo dos palabras? Pues bien, los istéricos vivían sobre la chimenea extinguida de un volcán, desde cuyas profundidades todavía se podía seguir escuchando, de vez en cuando, una especie de ronroneo amenazador. Cada vez que se notaba un temblor, las mujeres istéricas gritaban asustadas: “M”. A lo que sus hombres contestaban con voz tranquilizadora: “Saskrüptloxptqwrstfgaksolömpääghrcks”. Eso era de lo único de lo que hablaban los istéricos, todo lo demás lo solucionaban tan deprisa que no les quedaba tiempo para andar de charlas.
Isteria debió de ser un país muy intranquilo.


  En una ocasión, debido a que el volcán empezó a retumbar con mucha más frecuencia de lo habitual, el pueblo llegó a organizar una manifestación. Un gran número de istéricos se concentraron delante del ayuntamiento y corearon su protesta:
- ¡M! ¡M! ¡M!
El presidente istérico, al oír sus gritos, salió al balcón y les tranquilizó con grandilocuente discurso:
- ¡Saskrüptloxptqwrstfgaksolömpääghrcks!
Lo que dijo no era del todo cierto, pero aunque el mismo presidente sabía que estaba mintiendo, desgraciadamente no conocía otra palabra. Así como el istérico pasó a ser una lengua muerta.

Quiero saber más sobre los volcanes  aquí .


VIERNES



LA PRIMERA FRASE

  Tuvo que pasar mucho tiempo antes de que el ser humano pudiera decir una frase entera con sentido.
Al principio, sólo había palabras sueltas, y cada una tenía muchos significados distintos. Así, por ejemplo, “cerdo” no significaba sólo cerdo, sino también: conejo, pájaro, mariposa, ratón, elefante y mosquito; “lago”, además de lago, significaba: lluvia, río, agua, nieve, hielo y glaciar; y, cuando un hombre quería decir a una mujer que la quería, tan solo exclamaba: “¡Ohhhhh!”.
Pero un día, un hombre se enamoró de una mujer de largos cabellos negros, y estas pocas palabras dejaron de ser suficientes.
Se marchó de su cueva, se sentó encima de un peñasco y se pasó tres días con la cabeza en las nubes. Después, fue en busca de la mujer de los largos cabellos negros, inspiró profundamente y dijo: “Me gustas”. La mujer enseguida supo a qué se refería, y como también le quería, le dio la mano y se quedó con él.

   La frase corrió de boca en boca como un vendaval. Ahora, siempre que se encontraban dos desconocidos, se miraban fijamente a los ojos hasta que uno de ellos se acercaba al otro y le decía: “Me gustas”.
Por eso, con estas dos palabras se podían decir cosas tan distintas como darse la mano, amor, bienvenido o incluso paz.

  
(“ASÍ EMPEZÓ TODO. 34 historias sobre el origen del mundo”- Ed. ANAYA)




0 comentarios:

Publicar un comentario