Semana del 28 al 31 de octubre

domingo, 27 de octubre de 2013

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Lunes 28 octubre 2013
El faraón Dyoser y la crecida del Nilo.
Anónimo egipcio

Sentado en su trono, silencioso y apenado, se encontraba el faraón Dyoser. Egipto había caído en desgracia ya que hacía siete años que la crecida del Nilo era insuficiente. No había agua suficiente para regar las tierras, y las reservas de los graneros, que hasta ahora habían permitido al pueblo alimentarse, se estaban quedando vacíos. Los meses pasaban y la preocupación del faraón aumentaba. Su pueblo no tenía apenas con qué alimentarse, los campesinos observaban con tristeza los campos secos, los niños lloraban y los ancianos se debilitaban. Incluso los templos se cerraban por falta de ofrendas a sus dioses.
Por eso, decidió pedir ayuda a su amigo y primer ministro Imhotep, arquitecto, médico, mago y astrólogo.
-Nuestro país está sufriendo una grave situación -dijo el rey dirigiéndose a Imhotep-. Si no encontramos una solución moriremos de hambre. Hay que darse prisa y descubrir dónde nace el Nilo para saber cuál es el poder divino responsable de que suban las aguas.

Martes 29-octubre-2013
Imhotep se marchó a Heliópolis, donde se encontraba el gran templo de Thot, dios de la sabiduría y protector de los escribas. Buscó entre los libros sagrados y documentos más antiguos que hablaran sobre la crecida del Nilo y volvió al palacio.
-Eres el primer faraón que se interesa por los secretos de los caudales del Nilo -comentó Imhotep mientras desenrollaba un montón de papiros, y prosiguió-: Los textos indican que en el sur de Egipto se encuentra la isla de Elefantina. El Nilo nace en ese lugar, en dos cavernas de donde manan todas las riquezas de la tierra. Cuando lo desea, el Nilo fertiliza sus orillas.
-¿Quién vigila esas cavernas? -preguntó ansioso el faraón.
-El dios Jnum, quien modela en su torno de alfarero a todos los seres. Se encuentra en Elefantina y retiene bajo sus sandalias el caudal del río. Mientras no las levante no habrá crecida. Jnum es quien dispone las tierras fértiles del Alto y del Bajo Egipto, quien hace crecer el trigo, quien hace posible la producción de piedras en las canteras para elevar los templos. Gracias a él prosperan los animales y las plantas.


Miércoles-30-octubre-2013

Para conseguir que Jnum liberara la crecida, Dyoser tuvo que ir a Elefantina en busca de una paleta de escriba y una cuerda de agrimensor para medir los campos. El faraón imploró los favores del dios pidiéndole la salvación de su pueblo. Decidió quedarse en la isla de Elefantina pidiéndole al dios por su pueblo.
Dyoser, vencido por el cansancio, se quedó dormido, y en sus sueños se le apareció el dios Jnum. El rey alzó las manos en señal de respeto, y el dios le habló:
-Soy Jnum, el dios creador; dame un abrazo para que mi magia te proteja... ¿Qué te sucede Dyoser? ¿Por qué me llamas con tanta insistencia?
-Estoy preocupado por mi país y mi pueblo.
- El pueblo de Egipto debe adorar a sus dioses y el faraón dar ejemplo. Ahora ya sabes los motivos de mi enfado.
Jueves 31-octubre-2013
Jnum, señor del Nilo y de la fecundidad de las tierras de Egipto, vigilaba las dos grutas que se encontraban en el santuario secreto de la Isla de Elefantina. De allí procedían las fuentes del Nilo. Una puerta impedía a los humanos el acceso para evitar que descubrieran el secreto e hicieran mal uso de él.
-Por ti, que eres el servidor de los dioses y de tu pueblo, abriré esta puerta dejando circular el caudal del Nilo.
-Mi maestro de obras Imhotep edificará tu templo en la isla del origen del mundo y tu santuario guardará para siempre el secreto de la crecida del Nilo -añadió el faraón.
Cuando Dyoser despertó, observó que el caudal del Nilo fluía con fuerza. A sus pies estaba la tabla de escriba con un texto grabado: una plegaria al dios Jnum que nunca debería olvidarse. Ese mismo día ordenó que iniciaran las obras de construcción de un templo dedicado a Jnum. En sus muros se escribiría en jeroglíficos la plegaria para que cada año subieran las aguas del Nilo.

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