Esta es la última semana que tendremos "Lecturas para empezar el día", parece que fue ayer cuando os sorprendimos con la primera lectura de este curso, y ya han pasado 9 meses. Esta semana ya despedimos el curso y a nuestras lecturas.
Mejor les decimos: ¡Hasta el próximo curso !
Lunes 17 junio 2013
XT-27
no era un robot cualquiera. Como bien decía su placa, "XT-27, el mejor y más moderno
robot, era el modelo de robot más moderno de su generación, un
producto realmente difícil de mejorar, y se sentía realmente orgulloso de ello.
Tanto, que cuando se cruzaba con otros robots por la calle, los miraba con
cierto aire de superioridad, y sólo reaccionaba con alegría y entusiasmo cuando
se encontraba con otro XT-27. "Todos
los robots tendrían que ser como los XT-27", pensaba para sus
adentros. Realmente, estaba convencido de que ningún nuevo robot podría superar
los XT-27, y que el mundo sería mucho mejor si todos los robots fueran como ese
modelo perfecto.
Martes
18 junio 2013
Un día,
caminaba por la ciudad biónica cuando de pronto apareció, justo a unos
milímetros de sus sensores ópticos piezoeléctricos, (que eran unos ojos
normales, pero a XT-27 le gustaba usar palabras muy raras para todo), una gran
puerta amarilla. No sabía de dónde habría salido, pero por suerte, era un
XT-27, y su rapidez le permitió evitar el golpazo. Intrigado, decidió atravesar
la puerta, y fue a parar a una ciudad espectacular. ¡Todos sus habitantes eran
XT-27, y todo lo que se veía era alucinante! Entusiasmado por haber encontrado
la ciudad perfecta para él, anduvo recorriendo aquel lugar, presumiendo de ser
un XT-27 y parándose a hablar con todos de lo genial que era ser un robot tan
avanzado, y finalmente se instaló en su burbuja hiperplástica recauchutada (una
casa), a las afueras de la ciudad.
Miércoles
19 junio 2013

Los días
fueron pasando, pero enseguida se dio cuenta de que en aquella ciudad había
algo que no le gustaba. Como todos eran XT-27, realmente nadie tenía motivos
para sentirse mejor ni más moderno que nadie, y de hecho nadie lo hacía.
Ninguno miraba con aires de superioridad, y en el fondo, comprobó que con el
paso del tiempo ni siquiera él mismo se sentía especial. Además, todo resultaba
tremendamente aburrido: todos hacía todas las cosas igual de bien, era
imposible destacar en nada; cuando se le ocurría algo que pensaba era
brillante, a todos se les había ocurrido lo mismo al mismo tiempo.
Así que XT-27 empezó a echar de menos a todos aquellos robotitos variados de su
mundo, cada uno con sus cosas buenas y malas, pero distintos y divertidos, y se
dio cuenta de que hubiera preferido mil veces encontrarse con un torpe pero
divertido TP-4, y charlar un rato con él, que volver a cruzarse con otro XT-27.
Jueves
20 junio 2013
Así que
comenzó a buscar la gran puerta amarilla. Tardó varios días, hasta que
finalmente la encontró como la primera vez, justo en medio de una calle
cualquiera. Apoyó la mano en la puerta, miró hacia atrás, como despidiéndose de
aquel mundo que le había parecido perfecto, y con gran alegría empujó la
puerta...
Viernes
21 junio 2013
Cuando
despertó, XT-27 estaba en el suelo, y algunos le ayudaban a levantarse. No
había ninguna puerta, sólo un enorme y brillante robot amarillo con el que
XT-27 había chocado tan fuerte, que se le habían nublado los circuitos. XT-27,
extrañado de no haber podido esquivar el golpe, miró detenidamente a aquel
formidable robot. Nunca había visto uno igual, parecía perfecto en todo, más
alto y más fuerte que ninguno, y en su placa se podía leer: XT-28, el mejor y más moderno robot.
Así que lo habían conseguido. Aunque parecía imposible, los XT-27 ya no eran
los mejores robots. Sin embargo, nuestro amigo no se entristeció lo más mínimo,
porque segundos antes, mientras soñaba con aquella ciudad perfecta, había
aprendido que estaba encantado de ser diferente, y de que hubiera cientos de
robots diferentes, cada uno con sus cosas mejores y peores.